¿Vas a tener una presentación, reunión o evento y necesitas comunicarte con seguridad?
¿Hablar en público, se convierte para ti en una situación estresante?
¿Quieres mejorar tus habilidades de comunicación al hablar en público?
¿Cuás es tu propósito al hablar en público: convencer, persuadir o enseñar?
Seas ejecutivo, empresario o profesional independiente. A lo largo de tu andadura profesional, te guste o no, si quieres reforzar tu imagen de marca, consolidarla y conseguir a nivel interno y externo con tus colaboradores una buena comunicación, tendrás que asistir y/o participar en charlas, conferencias, presentaciones y reuniones de equipo.
Saber hablar en público y comunicarte efectivamente, es una herramienta indispensable en cualquier ámbito profesional y empresarial.
¿Te cuesta transmitir verbalmente tus ideas y tienes miedo a algo tan rutinario cómo es hablar en público?
¿Qué prefieres hablar en público con seguridad y confianza o bajo los efectos de un tranquilizante?
Todos, en algún momento de nuestra vida, nos hemos visto en situaciones tan cotidianas como un examen oral, una exposición de un trabajo en clase, una reunión con nuestro equipo de trabajo o colaboradores, una charla, conferencia, reunión de vecinos, un evento o simplemente una reunión con un cliente.
Podríamos enumerar decenas de situaciones en las que prima la expresión oral y en las que no nos queda otra que hablar en público.
Ante esas situaciones … 😉
¿Has sufrido alguna vez?
Esa sensación estresante de nerviosismo que te llega a paralizar y a dejar en blanco, mudo y sin palabras. Ese miedo a hablar en público 😉
El teletrabajo, el uso de canales de comunicación como el chat, la videoconferencia o las redes sociales, cada vez nos vuelven más sedentarios en el arte de hablar en público. Practicamos cada vez menos esta habilidad.
Nuestras formas de comunicación van cambiando, pero algunas costumbres no.
Y hablar en público de manera correcta es también un hábito que no se debe dejar perder 😉
Ese sedentarismo y la falta de práctica, en algo a simple vista tan rutinario, como es el hablar en público, nos lleva a que la simple idea de tenerte que comunicar verbalmente con otra persona o grupo, produzca ese ligero nerviosismo, que atrae mariposas a tu estómago que hacen temblar tu voz, aceleran tu pulso y dificultan tu expresión.
Y hablar en público eficazmente, se convierte en una actividad desagradable, cargada de ansiedad y miedo que tendemos a evitar.
¿Cómo perder el miedo y recuperar la confianza a hablar en público?
El miedo a hablar en público se puede controlar y superar con confianza, organización y practicando.
Tú también puedes hablar en público eficazmente y comunicar con confianza. Siendo claro, conciso y siempre con sencillez.
Tú éxito profesional está muy ligado a saber hablar en público efectivamente Clic para tuitearTan solo necesitas … 😉
- Elegir el tema sobre el que hablar en público.
- Organizar y Preparar tu discurso.
- Practicar y practicar.
TIPS PARA HABLAR EN PÚBLICO EFICAZMENTE, SIN MIEDO Y CON CONFIANZA
«Valor es lo que se necesita para levantarse y hablar. Pero también es lo que se requiere para sentarse y escuchar» – W. Churchill
⇒ELEGIR EL TEMA SOBRE EL QUE HABLAR EN PÚBLICO: CONOCER A TU PÚBLICO Y DEFINIR TUS OBJETIVOS.
1. CONOCER A TU PÚBLICO
¿Quién es tu público y qué efecto quieres causar sobre él?
La primera tarea antes de preparar tu charla o exposición, es hacer una pequeña investigación sobre las personas a las que vas a dirigirte a hablar en público.
Tienes que tratar de descubrir, qué esperan de tu charla, qué quieren aprender.
Tu presentación deberá ir acorde a las personas que te van escuchar y a las circunstancias que motivaron el evento 😉
Una misma presentación, puede ser exitosa ante un grupo y no serlo ante otro, simplemente porque las circunstancias que lo motivaron fueron diferentes.
Empieza escuchando, para continuar preguntando 😉
¿Qué deberías tener en cuenta de tu público?
- Aspectos como su edad, sexo, nivel de educación, profesión, grado de experiencia.
- Necesidades e intereses. Escalas de valores. Sueños, deseos o planes.
- Sus conocimientos sobre el tema que vas a tratar en tu discurso o exposición.
- El vínculo relacional contigo. No es lo mismo un discurso ante un grupo de personas extrañas que una exposición ante tus empleados.
Para hablar en público de manera eficaz, es importante que conozcas qué es lo que quiere escuchar tú público y sobre ello, aportar información de valor.
Parte de una lista de beneficios de tu exposición, a los intereses de tu público.
2. DEFINIR TUS OBJETIVOS
Es importante tener claro tu mensaje y qué es lo que quieres transmitir a tu audiencia.
Por lo que tu primera tarea, antes de empezar a preparar el contenido de tu discurso o presentación, será definir el objetivo principal, de tu presentación o discurso. Y que siempre tendrás presente.
- Tu objetivo puede ser el entretenimiento a los invitados de una boda, porque tu hermana te ha encargado que seas el maestro de ceremonias. Entretener.
- Transmitir una idea, para convencer o persuadir a tu público de que tome una decisión. Las clásicas presentaciones comerciales y de ventas. Persuadir.
- Informar a tus empleados y colaboradores de los resultados de tu empresa. O cuando estás impartiendo una formación. Informar.
- O más motivacional con la intención de provocar un cambio emocional. Inspirar
Una vez claro tu objetivo principal y que siempre estará presente a lo largo de tu presentación, determina el objetivo específico.
¿Qué quieres conseguir con tu discurso o exposición?
Responde con una frase, que te recuerde siempre, cuál es tu objetivo principal 😉
- Si tu objetivo principal es entretener en un momento de la ceremonia de la boda a los invitados, tu objetivo específico, podría ser divertir al público con anécdotas de tu hermana.
- Si tu objetivo principal es informar de los resultados de tu empresa a los colaboradores, tu objetivo específico sería, presentar los diferentes resultados de los distintos departamentos y áreas.
- Si tu objetivo principal es persuadir para materializar una venta, tu objetivo específico sería, conseguir enamorar y convencer a tu público sobre un producto o servicio.
- Si tu objetivo principal es inspirar, tu objetivo específico sería, provocar emociones positivas como por ejemplo, sobre lo bonita que es una buena relación de amistad.
Definir objetivos, va a ser la guía que te ayudará en el viaje a lo largo de tu discurso, exposición o presentación.
Pero junto con los objetivos, también es importante que determines qué emociones quieres causar a tu audiencia cuando te escuchen.
Esa emoción general, con la que quieres que recuerden tu mensaje 😉
- Alegría, en los invitados a la boda.
- Optimismo, a los empleados y colaboradores de tu empresa.
- Confianza, a ese potencial cliente, para materializar tu venta.
- Amor, tristeza, rabia si lo que quieres es inspirar a un cambio emocional.
Definiendo tus objetivos y las emociones que quieres causar, sabrás a dónde quieres llegar y podrás escoger tú camino 😉
Investigado tú público y definido el objetivo principal de tu charla o presentación, toca escoger el tema más apropiado.
¿Qué podrías decir, de qué podrías hablar a tu audiencia para cumplir el objetivo que quieres lograr?
Tu respuesta a esta pregunta te conducirá al tema principal de tu exposición o discurso 😉
Si tienes libertad de escoger el tema, que sea sobre algo que te apasione y sobre lo que tengas conocimiento y experiencia. Algo que domines.
Con estos tres puntos iniciales definidos: Tema central, objetivos y público. Toca preparar y organizar tu discurso, exposición o presentación.
“No hay viento favorable para el barco que no sabe dónde va” – Séneca
⇒ORGANIZAR Y PREPARAR TU DISCURSO.
- Investiga, recopila y escribe.
- Parte de tus propios conocimientos, parte de tu experiencia.
- Reúne información de internet, libros, revistas …
- Consulta con expertos.
- Crea tu propio archivo documental con todo el material reunido. Sin perder el foco de tu atención, del tema central y principal de tu charla, conferencia o presentación.
- Organiza tu archivo, relacionando entre si toda la información recopilada. Y a partir de ahí, empieza a preparar tu discurso.
¿Cuáles son los puntos principales de tu discurso o exposición?
Cómo preparar un discurso o presentación de manera organizada y disciplinada Clic para tuitearVamos a elaborar un plan de presentación por escrito, con tres pasos muy sencillos para preparar tu discurso o presentación 😉
1. INTRODUCCIÓN
¿Cuál es el objetivo de la introducción?
Captar la atención de tu público, despertar su interés y conquistarlo.
Gánate a tu público con una excelente introducción 😉
Dos cosas fundamentales deben contener una buena introducción.
- Algo que capte la atención de tu público. Puede ser una acción. Cuenta una anécdota, una breve historia o plantea una pregunta o sucesión de varias preguntas. Siempre relacionado con el objetivo principal.
- Una vista previa, de lo que vas a contar en tu discurso. Sin entrar en detalles, haz un breve recorrido por los puntos principales de tu presentación.
Recuerda que es importante … 😉
- Conectar con una breve explicación o presentación sobre el tema central de tu discurso.
- Hacer un breve recorrido, enumerando las partes que vas a tratar, para llegar a tu destino final.
Para captar la atención de tu público, plantea desde el principio, temas de su interés y que le aporten algún beneficio. Preséntate con alguna frase ingeniosa.
Si los nervios te superan, acompaña tu introducción con un video.
No tendrás que hablar mucho y eso te dará margen para ir calmando tus nervios 😉
Puedes empezar con una frase con una idea inicial y reforzarla con un vídeo de 30-60 segundos. Margen suficiente para acostumbrarte a tu público y escenario.
Practica, ensaya y ensaya tu introducción. Llega con ella muy bien aprendida. Que te salga de forma automática. Empieza tu discurso con alegría, entusiasmo y energía.
Recuerda … 😉
La sonrisa se contagia y aunque estés nervioso, tu público te mirará con otros ojos.
Genera empatía con tu público, hablando de tus nervios. No pasa nada 😉
2. DESARROLLO
Toca desarrollar tu tema principal y ofrecer a tu público la información al completo de tu charla o conferencia. Donde deberás explicar al detalle, lo que ya adelantabas en la introducción.
Es la parte principal, más larga y conflictiva de tu presentación o exposición. Y en la que corres el riesgo de aburrir a tu público.
Para evitar su desconexión, te voy a dar una serie de recomendaciones 😉
¿Cómo debe ser la parte de desarrollo de tu discurso?
- Basa tu desarrollo en 2/4 ideas principales, sobre las que desarrollar tu exposición. Ideas que ya adelantabas en la introducción.
- Lleva un orden lógico, razonable y que facilite al máximo la comprensión a tu público. Ordena en una escala de tiempo o espacio tu exposición.
- Los temas que desarrolles, que vayan vinculados entre sí. No pases de unos a otros de manera brusca y sin entrelazar unos contenidos con otros. Utiliza elementos de transición que faciliten la comprensión.
- Usa un lenguaje claro y sencillo. Con términos comunes, familiares y concisos.
- En tu discurso, no deben faltar las preguntas.
- No pierdas de vista el tiempo. Define cuál será la duración total de tu discurso. Y de cada uno de los puntos o temas que lo componen. No te extiendas demasiado, 50 minutos ya es mucho y podrías aburrir a tu público.
- Enfoca tus ideas principales, desde varios puntos de vista, con ejemplos, ilustraciones y anécdotas.
- Repite las cosas importantes varias veces durante la presentación, pero con diferentes palabras.
- Para dar solidez a tu discurso, utiliza otras fuentes de información que confirmen tu idea. Como artículos de una revista o blog, la cita de un libro o el resultado de una encuesta.
- Presenta tu idea, como si fuera algo ya conocido por tu público. ·… como ya saben ustedes …”.
- Humaniza, personaliza y sé específico en tu discurso.
3. CONCLUSIÓN
Es la parte estratégica de tu discurso. Lo que tu público va a recordar.
Sé breve, convincente, entusiasta y persuasivo. Y por favor, no finalices bruscamente.
Tres partes que no deben faltar en tu conclusión.
- Dar la oportunidad a tu público de aclarar sus dudas respecto al tema central y principal de tu discurso o exposición. Invita a tu público a la pregunta y responde con brevedad. No es cuestión de volver a repetir el discurso.
- Recapitula. Se trata de enumerar los puntos principales de tu discurso. Resume la información en una o dos frases.
- Tu declaración final. Incita a tu público al objetivo principal de tu presentación. Dirígete directamente a sus sentimientos. Cierra con una gran frase, que les invite a la reflexión o acción.
Y como cualquier otra actividad, no sirve solo, con tener tus objetivos definidos y bien, organizado y estructurado tu discurso. Toca trabajarlo. Y para mejorarlo, no hay otra, que practicar y practicar. 😉
“La comunicación es una habilidad que puedes aprender. Es como montar en bicicleta o teclear. Si estás dispuesto a trabajarlo, puedes mejorar rápidamente la calidad de cada parte de tu vida”- Brian Tracy.
⇒PRACTICAR TU PRESENTACIÓN
¿Por qué practicar, practicar y practicar tu presentación o discurso?
Nadie aprende a hablar en público, sin hablar en público.
Ante una presentación, discurso o exposición, los nervios suelen ser mayores que la seguridad o confianza.
El miedo a quedarse en blanco, trabarse o hacer el ridículo es natural. Por eso es importante, entender tus circunstancias y hacer uso de todas las herramientas necesarias para desarrollar tu confianza.
Cuanto más entrenes tu discurso, más lo dominarás. Ensayar y visualizar tu exposición o charla, te ayudará a trabajar tus puntos de mejora 😉
Seis recomendaciones para tu entrenamiento de hablar en público:
- Estudia tu presentación. Lee tu discurso en voz alta, como si estuvieras delante de tu auditorio.
- Elabora un resumen de tu presentación, que te sirva de guía de los puntos principales que abordarás.
- Practica al menos 3-4 veces usando tu resumen, como si estuvieras hablando delante de tu público.
- No aprendas tu discurso de memoria. Eso resta naturalidad y aumentará tu sensación de inseguridad ante el olvido. Toma notas de tu idea. Tus palabras deberían salir de forma natural y espontánea. Como si estuvieras charlando con un amigo.
- Utiliza un cronómetro y grábate. Te servirá para familiarizarte con el tono de tu voz. Encontrar el vocabulario que necesitas y las palabras más precisas. Podrás ver las partes de tu discurso que no funcionan, para eliminarlas o cambiarlas de lugar. Controlarás el tiempo total y parcial de cada una de las partes de tu discurso.
- Practica entre amigos y personas de confianza.
“La templanza del orador es una de las mejores armas de persuasión” – Aristóteles
Para terminar, dos recomendaciones importantes bajo las que, como todo buen orador deberías preparar tu discurso 😉
⇒Prepara tu discurso dando respuesta a estas siete preguntas: quis, quid, ubi, cur, quibus auxiliis, quomodo, quando. No es un invento mío, es el esquema clásico de un buen discurso, según Marco Fabio Quintiliano. Un esquema, por cierto, bastante práctico.
¿Quién habla? ¿Qué vas a decir? ¿Dónde lo dirás? ¿Por qué lo vas a decir? ¿Con qué medios o ayuda? ¿Cómo lo dirás? ¿Cuándo?
⇒Y … esto sí es un invento mío. Prepara tu discurso con el apoyo de una Secretaria Virtual.
¿Cómo puede ayudarte una Secretaria Virtual a preparar tu discurso?
- Para definir tu tema principal del discurso y tus objetivos, he hablado de la importancia de una labor inicial de investigación sobre las necesidades y características de tu público.
- Y para planificar, organizar y preparar tu discurso, te hablé de esa importante labor previa de documentarse, recopilando y archivando información de diferentes medios.
Dos tareas: Investigar y documentarte, en las que puedes apoyarte en la figura de una Secretaria Virtual.
Un recurso, que te ayudará a optimizar el tiempo que dedicas a preparar tu discurso 😉
Si me necesitas … hablamos 😉
Todo lo que dices y cómo lo dices dejará una marca que no podrás borrar. Invierte en realizar un buen trabajo en equipo, tu audiencia lo agradecerá 😉
No quiero despedirme sin compartir contigo este excelente artículo, de mi buena amiga e invitada en este blog, Imelda Portillo. Donde nos comparte “Las 44 lecciones de comunicación que la vida la ha dejado”
“Porque sé que se puede cambiar el rumbo de cualquier vida y proyecto usando las velas de una buena comunicación” – Imelda Portillo
Y ahora te toca a ti … 😉
¿Cómo valoras tus habilidades de comunicación? ¿Son un valor añadido a tu marca personal?
Te espero en los comentarios … 😉
Un fuerte abrazo, siempre #conunasonrisa
Yolanda 🙂
Yolanda, qué pedazo de post!!
Poco más se puede decir, lo has dicho todo. Bueno, casi todo. Unos consejitos que a mi me funcionan es visualizarte al final de una gran charla, los asistentes satisfechos, interesados y dándote la enhorabuena. Aunque no seas un gran orador para asegurar este resultado tener este espíritu positivo te permitirá transformar el miedo escénico, el bloqueo por el pánico, en energía positiva.
Y también puedes ganar tranquilidad y confianza cogiendo aliados entre los asistentes. Es decir, mantener un contacto visual con los que tienes buenas relación, para que refuerce tu confianza. Le puedes dar paso, hacerle participar, «como decía María….», «María lo sabe bien», etc.
Un abrazo Yolanda!
Hola Diego,
Muchas gracias. Viniendo de un crack como tú, con grandes dotes y habilidades a la hora de hablar en público, es un orgullo, tenerte y leerte por aquí.
No sé, si lo he dicho todo. He compartido, mis impresiones y reflexiones sobre esta parte tan importante de nuestro día a día, como es la comunicación verbal de nuestros pensamientos e ideas.
Creo que no debemos olvidar y hoy el sedentarismo del mundo virtual, nos acompaña a hacerlo, que hablar de manera efectiva, sin miedo y confianza en público, es otra herramienta más, para reforzar nuestra imagen de marca personal. Y ¿Cómo se trabaja? … practicando y practicando.
Gracias, por tu aporte añadido.
Me he enfocado tanto a la preparación de mi discurso, que he olvidado evaluar, los resultados de la charla y los truquillos, para reformar nuestra confianza al hablar en público.
Y ahora digo, «como dice Diego …» os doy paso a más comentarios y a participar.
Un fuerte abrazo, crack 🙂
Gracias Yolanda!
Todavía lo paso fatal, entre que soy tímido (en público, no en las distancias cortas) y que no soy un Iñaki Gabilondo o un Carlos Herrera vocalizando (pocos lo son pero me cuesta vocalizar).
Pero como dice Yolanda practicar que nadie aprendió a andar en bici sin caerse. Y quitarle importancia al momento. Los nervios tienen un punto imaginario. Al final de todo, la mayoría de los que nos escuchan hablan en público igual o peor que nosotros.
Os aconsejo que uséis las redes sociales visuales. Abrir un canal de YouTube y habléis de lo que sabéis con un guión. Se puede repetir tantas veces como queráis! Lo que véis es el resultado bueno de muchos malos.Así cogéis soltura hablando.
Y ya para terminar que me vuelvo a enrollar, seguro que Yolanda que es madre coincide, cuándo va a ser el día que la escuela empiece de una vez a enseñar a hablar en público.
Un abrazo!
Tú lo has dicho, Diego, practicar y practicar, es la manera de aprender.
Y ese punto imaginario de los nervios, se combate, quitandole importancia. Y viendo a los que te escuchan, como amigos interesados en lo que les dices.
Lo de las redes sociales visuales, a mí aún me queda algo lejos. Con lo que hablo, imagina, lo que podría ser, mi canal de YouTube. Un poco de peligro, sí que tengo 😉
Coincido contigo, que en las escuelas deberían enseñar un poco más a hablar en público. Aunque tengo que reconocer y felicitar al cole de mis niños, porque en esa parte, lo hacen genial.
Un abrazo! 🙂
Hola Yolanda, este tema es muy interesante (en realidad, creo que es crucial) y me encanta que lo hayas abordado tú. Porque aunque solo lo esbozas, ciertamente contar con ayuda externa para la organización de una buena charla es fundamental.
La parte previa, la de la documentación y preparación, puede ser tediosa y, por ello, tendemos a procrastinarla. Saber que alguien eficiente y de confianza (una secretaria externa) lo hará por nosotros, nos da un empuje impagable.
También, muchas veces, ese soporte contribuye a que el resultado visual final sea perfecto. Ni te cuento la cantidad de presentaciones que he visto con diapositivas hechas de corta-pegas sin criterio, sin unidad tipográfica, ni criterios cromáticos, incluso con fechas anteriores a pie de slide porque se ha reutilizado el material y no se han cuidado este tipo de detalles.
Hay que saber hablar en público y entrenarlo, pero si descuidas este tipo de detalles que acabo de mencionar, puedes pecar de falta de preparación (y por tanto de rigor) en el contenido o de un exceso de ruido procedente de tu propia presentación que despiste a tu audiencia.
Por cierto, gracias por la mención a mi post cumpleañero. La experiencia es un grado, amiga. Ambas lo sabemos. Feliz fin de semana… #conunasonrisa
Hola Imelda,
Gracias, por pasarte y compartir tus impresiones.
He tocado un tema, en el que no me considero una experta. Para eso tenemos a grandes profesionales como tú, que nos regalan excelente contenido, como el que he compartido, de tu post cumpleañero.
Pero, sí estoy acostumbrada a ayudar a otros profesionales, a preparar y documentarse para sus discursos. Y la realidad es, que a parte de optimizar su tiempo en este tipo de tareas, soy un recurso más, para no procrastinar. Como bien dices, contar con una ayuda externa en la organización de tu discurso o charla, es fundamental. Pero siempre, que sea una persona de tu confianza. 😉
Gracias, de nuevo. Y un abrazo enorme 🙂