“La vida es un continuo aprendizaje. Y hoy nos brinda la oportunidad, de contar las horas de nuestro tiempo. Un tiempo al que ayer, no dábamos ningún valor” @yolandapd

Ahora más que nunca, toca olvidarse del individualismo. Toca estar cerca de los que queremos, regalando abrazos y cariño desde la distancia.

Por encima de nuestros miedos, debe primar nuestra solidaridad. Apoyar y proteger a los más vulnerables. Y eso lo conseguimos, si nos quedamos en casa #conunasonrisa #yomequedoencasa

¿Comprometidos con nuestro tiempo?

Los días de incertidumbre, de no entender nada, desacuerdos, irresponsabilidades y poca empatía, han dado paso al silencio de nuestras ciudades y a vivir de puertas para adentro.

Nuestro tiempo es nuestro mayor tesoro. Ayer, tener tiempo era un gran deseo. Aprovecharlo, es hoy un compromiso con nosotros mismos.

No va a ser fácil aprender a aprovechar y disfrutar de ese tiempo. Porque nos resulta difícil estar en casa confinados. Nos sentimos prisioneros en nuestro propio hogar, víctimas del aburrimiento y del silencio, que se respira de puertas para afuera.

Ha cambiado nuestra vida social y laboral. Estamos viviendo las primeras horas, de un duelo individual, por no poder ver a nuestros abuelos, padres, hijos, familiares, amigos, compañeros y parejas durante unas semanas.

De un día para otro, hemos tenido que parar en seco, frenar nuestras vidas aceleradas y estresadas. Un parón, que no estaba planificado ni programado en nuestras agendas.

De un día para otro, hemos tenido que implementar nuevas rutinas, cambiar hábitos y adaptarlos a nuestras cuatro paredes.

De un día para otro, hemos salido de lo que llamábamos zona de confort. Hemos dejado de hablar de ladrones del tiempo.

Por encima de nuestros miedos, debe primar nuestra solidaridad. Apoyar y proteger a los más vulnerables #yomequedoencasa Clic para tuitear

Hoy la prioridad no es mejorar nuestra productividad, ni optimizar nuestro tiempo.  Hoy la prioridad son los más vulnerables. Esa es nuestra mayor urgencia y nuestra tarea más importante.

Hoy la prioridad es confiar, estar con uno mismo, apañarte lo mejor que puedas con tus circunstancias, ser tu mejor amigo y aprender a vivir bajo la incertidumbre.

No debemos ver este confinamiento, cómo un parón en nuestras vidas. Es un cambio de escenario, duro y que a nadie nos gusta, pero que nos da la oportunidad de cambiar y mejorar. Y la única herramienta que tenemos es aprovechando nuestro tiempo. Y la estrategia es hacerlo cómo un gran equipo, liderado de grandes expertos y profesionales.

Es el momento de no enfocar nuestra atención en lo superficial, sino en lo humano. Es el momento de aprender a echar de menos, valorando más 😉

Por segunda vez en cinco meses, vuelvo a vivir lo que es sentir la incapacidad de no poder desplazarse. Vuelvo a valorar la libertad de movimiento.

Repasando los aprendizajes de mi mal paso. He recordado, que cualquier caída es un reto del que debemos aprender.

Mi caída me hizo despertar y actuar con responsabilidad conmigo misma.

Hoy vuelvo a vivir un cambio de escenario. Un cambio de circunstancias. Pero esta vez el compromiso no es conmigo, sino con los demás.

No nos queda otra, que distanciarnos un poquito del ayer, con sentido común y sensatez, para alcanzar la serenidad que hoy necesitamos, para afrontar las dificultades del presente.

Quedarnos en casa es un acto de responsabilidad hacia los demás. Pero además es un acto de generosidad hacia nosotros mismos 😉

Si desde ya, no somos generosos con nosotros, no podremos serlo con nuestros seres queridos, ni con los demás.

Y ese acto de generosidad con uno mismo, parte por aprender a aprovechar el tiempo, que nos regala nuestro escenario de hoy.

Un tiempo que perdemos, estando hiperconectados y obsesionados con la última hora de la pandemia. Para luego compartirla, con los grupos de WhatsApp. Algo que puede llegar a sugestionar e influir de manera negativa, en nuestra manera de pensar y actuar. Y a que perdamos la percepción de nuestra realidad de puertas para adentro.

Un tiempo que perdemos cuestionando decisiones. Toca aceptar que es, lo que es.

Un tiempo que perdemos con lamentaciones, cargadas de negatividad. Toca confiar. Trabajar la positividad y optimismo. Toca trabajar la confianza en nuestra sociedad.

Toca trabajar por los demás. Trabajar porque esto pase cuanto antes, aprovechando el tiempo que nos concede este parón.

Todos deseamos una vida plena y confortable. Vivirla desde la felicidad 😉

Tenemos la obligación de levantarnos de esta caída colectiva. Y nuestro primer gran paso, es aceptar y respetar, lo que no dependa de nosotros. Controlar la incertidumbre, con la que hoy nos toca convivir.

Es nuestra responsabilidad, no hacer de esta pandemia un monotema. Porque nuestras vidas siguen y el tiempo que pasa no se recupera. Si perdemos nuestro foco de atención, estaremos robando tiempo a nuestras responsabilidades, trabajos, ocio, a nuestros seres queridos y lo que es peor, a nosotros mismos.

Debemos apoyarnos en nuestros valores de la generosidad y responsabilidad.

La disciplina, organización y perseverancia, nos mantendrán a flote. Y evitar en la medida de lo posible, que entre en nuestras vidas el fantasma de la procrastinación.

La suma de nuestras pequeñas acciones, restablecerán nuestra normalidad cuanto antes 😉

Y eso se consigue trabajando en equipo. Cumpliendo con las decisiones de los organismos competentes.

Cuando volvamos a salir de casa, todo habrá cambiado. Si hacemos bien nuestros deberes, día a día. Cada uno de nosotros, habrá aprendido a aprovechar su tiempo y a valorar más a los demás.

La vida es un continuo aprendizaje. Y hoy nos brinda la oportunidad, de contar las horas de nuestro tiempo. Un tiempo al que ayer no dábamos ningún valor. No la desperdiciemos.

Yo me quedo en casa comprometida en aprovechar mi tiempo …

¿Te apuntas?

Un fuerte abrazo, siempre #conunasonrisa

Yolanda😊