No hacía falta que nadie me lo recordara, estaba deseando que sonara mi despertador y poder gritar al mundo, que hoy cumplo 55 años. Acaba de amanecer y el 55 ya es parte de mí. Vaya responsabilidad, lucirlos con madurez 😉

Estos últimos días he pensado mucho en aquella niña que fuí y sigo siendo. En mi afán por descubrirlo todo en la infancia, en mi espíritu loco y rebelde durante la adolescencia, en este proyecto de vida que comencé a construir a los 30 y del que nacieron mis dos grandes amores Alex y Álvaro, queriéndome comer el mundo emprendiendo a los 40, con La Secretaria Externa y la sensatez de los 50, con un proyecto ya consolidado y caminando por la vida en la mejor compañía, la de los míos, mi familia, pareja y amigos.

He podido reencontrarme con cada una de esas etapas, con capítulos llenos de historias que contar y recordar siempre con una sonrisa. Y cuántas cosas en común en todas ellas, que han perdurado con el paso de los años. Esa parte de mi esencia, de mi identidad, que me identifica y diferencia cómo individuo. Que ha ido evolucionando durante estos 55 años, sin perderse lo más importante. Lo que construyeron hace 55 años, Juan y Caridad. Y por lo que soy hoy quién soy, dejando el mejor legado a mis hijos, los valores.

Qué importante es la familia y los pilares sobre los que se construye 🙂

¿Nacemos con una identidad predefinida o la creamos a lo largo de nuestro paseo por la vida?

Cambiamos con el tiempo, en función de nuestras vivencias y es evidente que nuestras características físicas, también cambian.

Y bastante con el paso de los años!!!!

Pero muy orgullosa de pasear por el mundo, mis 55 sin filtros. Respetando y rindiendo tributo a mi naturaleza de mujer. Valorándome y aceptándome tal y cómo soy.

Mis 55, me han enseñado a cultivar mi esencia desde el autoconocimiento.

Conocerse a uno mismo, no es fácil. Hay que pasar por una serie de fases, cómo la observación de nuestro ser. No dejar aparcadas en un álbum de fotos, nuestras vivencias. Hay que recordar y tenerlas siempre presentes, aprender de ellas. Ser conscientes del estado de nuestra autoestima, crear un concepto de nosotros mismos y autoaceptarnos.

¿Existe el elixir de la eterna juventud?

Hoy pienso que sí. Que reside dentro de cada uno de nosotros.

Hay personas que prefieren vivir envejeciendo, sin prestar atención a lo que les rodea, a las grandes maravillas de la vida. Me niego a formar parte de ese club de aburridos 😉

Me gustan las personas que tienen que luchar por obtener algo, las que teniéndolo todo en contra siguen adelante. Esta es la gente que me fascina. La gente fuerte. Isabel Allende

La buena noticia, es qué si tú quieres, tienes la potestad, de que solo envejezca tu cuerpo. Un cuerpo, que es tu obligación cuidar, conviviendo con sus problemas de salud, sin quejarte y disfrutando de los días buenos y menos buenos.

Me gustan mis arrugas. Son parte de mí identidad. Con el paso del tiempo he perdido la vergüenza, si tengo que cantar bajo la lluvia, canto. Si tengo que bailar música ochentera, bailo.

Cuando bailas, tu objetivo no es ir a un lugar de la pista. Es disfrutar cada paso del camino. Wayne Dyer

Sonrío esté el día gris o soleado. Y simplemente lo hago, porque me da la gana y me apetece sonreír. La sonrisa, es mi motor de arranque, me da fuerza y energía en mi día a día. No entendería la vida sin una sonrisa 🙂

Defensora de mis fronteras, protectora de mis límites. Siempre con el valor de expresar mis sentimientos desde el corazón.

Soy, lo que amo. Y no espero que ocurra, paso a la acción, sin miedo y hago que ocurra.

En el mundo hay dos energías creativas: el amor y el miedo. El amor es la capacidad para visualizar algo positivo antes de que exista y tener la confianza de que sucederá. El miedo todo lo contrario. Pregúntate constantemente y en cada decisión pequeña o grande que adoptes: ¿desde el amor o desde el miedo? Sergio Fernandez

Las imposiciones y manipulaciones no tienen espacio en ningún ámbito de mi vida. Con determinación (deseo + convicción y por este orden), es mi actitud. Gracias, mi palabra favorita. Ante todo, honestidad, valor y respeto. Comprometida con cada uno de mis pasos, pase lo que pase y le pese a quien le pese.

Hoy, aquí y ahora es mi momento. El ayer es pasado y el mañana, sin el ahora, no tiene sentido. He dejado de buscar sentido a la vida. El único sentido que tiene, es aceptarla y tomarla cómo viene, abrazándola siempre con una sonrisa.

Acabo de cumplir 55… y qué?, estoy feliz. Feliz de mis arrugas, feliz de haber llegado, feliz del camino recorrido. Orgullosa de caminar por el sendero de mis 55, con una sonrisa. He llegado a la edad de mis sueños, con la experiencia de mis años.

A los 55, la vida no va de interpretar un personaje, va de conservar la persona que ya somos. Esa es nuestra auténtica belleza, la que nos regalan las líneas que marcan nuestro rostro, con la madurez. Seguir adelante con lo que nos ha sido dado. Descubrirse y disfrutar del potencial que hay en cada uno de nosotros.

El día que empieces a mirarte no desde qué falta, sino desde qué tienes, vas a descubrir que lo que creías poco puede ser en realidad mucho. Si nunca te miraste de verdad, si nunca te diste la oportunidad de verte en todo tu potencial, te advertiré algo: prepárate para el asombro. Pablo Arribas

Que cumplir años con optimismo, sea siempre una fiesta. Bienvenidos, queridos 55. Gracias por venir, señal de que sigo aquí … 🙂

Y a tí, gracias por leerme. Gracias por dejarme compartir contigo, un trocito de la tarta de mi 55 cumpleaños. Gracias por estar hoy aquí 😉

¿Me acompañas a soplar 55 velas? 😉

#siempreconunasonrisa

Yolanda 🙂