He elegido la primavera, periodo del año en el que las plantas empiezan a abrirse y a florecer, como el mejor momento, para reconciliarse con la productividad.

La primavera nos ofrece un entorno propicio para revitalizar nuestros hábitos de productividad personal. Y es un momento excelente para mejorar la productividad personal por varias razones:

Con la llegada de la primavera, muchas personas experimentamos un aumento en la energía y motivación debido al clima más cálido y a la naturaleza que vuelve a florecer. Esta renovación debemos aprovecharla para establecer nuevas metas y hábitos de productividad.

Los días más largos y soleados nos ofrecen la oportunidad de pasar más tiempo al aire libre, lo que revitaliza nuestra mente y mejora el estado de ánimo. Esto ayuda a aumentar la concentración y la creatividad, lo que a su vez impulsa nuestra productividad.

En primavera, popularmente es el momento de los cambios de armario y solemos aprovechar para hacer limpieza y organización en nuestros hogares y lugares de trabajo. Limpiar y ordenar nuestro entorno puede tener un impacto positivo en nuestra productividad al reducir las distracciones y mejorar la eficiencia.

Para aprovechar este periodo del año para reconciliarnos con nuestra productividad personal, quiero proponerte una herramienta, que me sirve de punto de partida y encuentro, para ayudar a mis clientes a mejorar su productividad personal, cada vez que empiezo un nuevo programa de “Lidera tu Productividad”.

Se trata del “ANÁLISIS DAFO”, enfocado a la productividad personal.

Una herramienta de autoconocimiento muy útil, para cualquier profesional y emprendedor, que le va a permitir identificar sus fortalezas y debilidades, así como las oportunidades y amenazas del entorno en el que se desenvuelve.

Conocer cuáles son tus puntos fuertes y cuáles son tus áreas de mejora, es fundamental para alcanzar tu objetivo, en este caso que nos ocupa, el de mejorar tu productividad, desde la reconciliación.

El objetivo de este primer ejercicio del programa “Lidera tu productividad”, es conocer cuál es la situación actual de la persona a nivel de su productividad. Determinar la posición que pretende alcanzar en el futuro, estableciendo una estrategia, para alcanzar sus objetivos.

Fortalezas y Debilidades, son los variables internas, que se centran en el análisis de uno mismo. Mientras que las variables externas, Oportunidades y Amenazas, están más centradas en el análisis del entorno.

¿QUÉ PASOS A SEGUIR PARA REALIZAR EL ANÁLISIS DAFO DE TU PRODUCTIVIDAD PERSONAL?

 

1º.- IDENTIFICAR TUS FORTALEZAS:

Las fortalezas, son los elementos internos y positivos de tu persona. Tus talentos, capacidades, experiencias, conocimientos, tu red de contactos que pueden ayudarte a conseguir tus objetivos. Su conjunto, te va a ayudar a minimizar las amenazas de tu entorno y tus debilidades.

2º.- IDENTIFICAR TUS DEBILIDADES:

Las debilidades, son los aspectos internos como recursos, habilidades, actitudes que tienes y que constituyen una barrera, para lograr tus objetivos. Aspectos que debes eliminar o minimizar.

Son las áreas de mejora, limitaciones, creencias y obstáculos que tienes que superar para tener éxito en tu objetivo.

En este paso examinamos las áreas de mejora de tu productividad personal. Los hábitos, comportamientos que te frenan. Tus dificultades en la gestión del tiempo, tu predisposición a la procrastinación y la falta de enfoque.

También avaluamos las habilidades que podrías necesitar desarrollar para mejorar tu productividad.

3º.- IDENTIFICAR TUS OPORTUNIDADES:

Las oportunidades son los factores positivos, que se generan en tu entorno y que deberías aprovechar para generar valor a tu productividad personal.

Situaciones favorables, que aún no se han producido, pero que intuimos que se van a producir una vez avanzamos en el camino.

En este paso, analizamos las tendencias del entorno que pueden beneficiar a tu productividad personal. Ejemplos, nuevas tecnologías, herramientas, metodologías de trabajo en equipo y colaborativo. Todo aquello que puedas aprovechar del exterior, para ser más eficiente.

Valoramos también, tus oportunidades de crecimiento personal y profesional, como cursos de formación para mejorar tus habilidades productivas, networking y mentorias.

Así como las tendencias y estrategias en productividad personal y gestión del tiempo, que nos ayudan a avanzar, adaptarnos a los cambios en los entornos y formas de trabajar.

4º.- IDENTIFICAR TUS AMENAZAS:

Las amenazas son limitaciones, bloqueos u otros impedimentos. Situaciones negativas del entorno exterior a tu persona, que pueden atentar contra tu productividad. Un ejemplo muy conocido, los ladrones del tiempo.

Es muy importante identificarlos y emprender acciones para evitar que se produzcan y atenten contra nuestra productividad personal.

En este paso trabajamos dentro de nuestra sesión, en identificar los obstáculos o desafíos externos, que pueden afectar a tu productividad personal. Factores como distracciones dentro de tu entorno laboral y personal.

También tenemos en consideración amenazas internas, como la falta de motivación, el estrés y el agotamiento.

Identificadas tus Fortalezas, Debilidades, Oportunidades y Amenazas. Podremos desarrollar una estrategia que nos permita aprovechar las fortalezas, superar las debilidades, aprovechar las oportunidades y minimizar las amenazas, para conseguir nuestro gran objetivo que no es otro que el de mejorar tu productividad personal.

Recabada toda la información y realizado el análisis, lo más importante es saber en qué situación te encuentras, cuánto has avanzado desde tu último análisis, qué necesitas para mejorar y cómo afrontar los cambios que te rodean.

HABLEMOS DEL PRIMER PASO EN EL ANÁLISIS DAFO: TUS FORTALEZAS

Las fortalezas son las armas más poderosas para tu productividad personal. En lo que eres único, las virtudes personales por las que destacas y que te harán llevar tu proyecto al éxito. Desde dónde vas a destacar más, que tu competencia.

Son tus valores, habilidades, talentos, atributos personales y rasgos de la personalidad.

Son tus hábitos y actividades positivas, que facilitan el crecimiento y potencian el alcance de tus objetivos profesionales.

Son tus logros.

¿Cómo serían las fortalezas de una persona altamente productiva?

Aunque estas pueden variar según las circunstancias individuales de cada uno, podemos reconocer algunas características comunes de perfiles altamente productivos:

Se caracterizan por una buena gestión del tiempo. Tienen la habilidad de priorizar tareas y asignarles el tiempo de manera efectiva a cada una de ellas. Saber planificar su día y establecer objetivos claros y alcanzables.

Perfiles disciplinados y con capacidad de enfoque. Son capaces de mantenerse concentrados en sus tareas y evitar distracciones. Con la disciplina necesaria para seguir adelante incluso, cuando toca enfrentarse a desafíos o dificultades.

Poseen habilidades sólidas de organización, lo que les permite mantener su entorno de trabajo ordenado y tener un sistema eficiente para administrar documentos, archivos y recursos.

Saben identificar tareas que pueden automatizarse o delegarse para liberar tiempo y energía para actividades más importantes y estratégicas.

Flexibilidad al cambio. Son capaces de adaptarse a cambios en el entorno o en las circunstancias sin perder la eficiencia. Pueden ajustar con bastante rapidez sus planes y prioridades según sea necesario.

Habilidad para la resolución de problemas. Tienen la capacidad de abordar eficazmente los problemas que surgen en el curso de su trabajo y encontrar soluciones creativas y eficientes.

Comunicación efectiva. Saben cómo comunicarse de manera clara y concisa con sus compañeros, colaboradores y clientes. Lo que les permite coordinar y colaborar de manera efectiva en proyectos y tareas.

Reconocen la importancia del equilibrio entre trabajo y vida personal y se aseguran de cuidar su salud física, emocional y mental. Esto les permite mantener altos niveles de energía y concentración a lo largo del tiempo.

Están abiertos a adquirir nuevas habilidades, herramientas y técnicas que puedan mejorar su productividad. Son conscientes de la importancia de mantenerse actualizados en un entorno en constante cambio.

Tienen una fuerte motivación interna para alcanzar sus metas y objetivos. Están impulsados por un sentido de propósito y disfrutan del proceso de trabajo tanto como del resultado final.

No hay que olvidar y es importante tener en cuenta, que cada individuo es único y puede tener otras fortalezas que contribuyan a su productividad de manera significativa.

De ahí la importancia de realizar con cierta regularidad un análisis DAFO de nuestra productividad personal.

En este primer paso, tomando como referencia las habilidades de una persona altamente productiva, trabajamos en identificar las tuyas y todos los recursos que te ayudarán a ser más productivo. Por ejemplo, tu capacidad para priorizar tareas, tus habilidades organizativas, trabajo en equipo, delegación, planificación, habilidades tecnológicas y niveles de energía a lo largo de una jornada de trabajo.

Así como los rasgos más personales, cómo la disciplina, motivación, flexibilidad y capacidad de adaptación a los cambios.

¿Cómo lo hacemos?

Para analizar las fortalezas de tu productividad personal, nos centramos en, la autoevaluación, el feedback externo, en el análisis de los logros pasados, en la comparación de estándares, evaluamos las herramientas, técnicas o recursos que utilizas para mejorar tu productividad y trabajamos en el reconocimiento de tus patrones de comportamiento.

Al analizar todas estas áreas, logramos identificar con mayor claridad tus fortalezas en términos de productividad personal, lo que te permitirá capitalizarlas y potenciar aún más tu eficiencia y efectividad en tus actividades diarias.

Te propongo realizar este ejercicio de seis pasos:

Paso 1: Autoevaluación desde la Reflexión

Reflexiona 😉

¿Qué habilidades, conocimientos y recursos personales te ayudan a ser productivo?

Valora y considera aspectos como tu capacidad para la organización de tareas, la gestionar el tiempo, y para mantenerte enfocado.

Examina tus rasgos personales positivos, como la disciplina, la motivación, la capacidad de adaptación, la creatividad, entre otros, y cómo contribuyen a tu productividad.

Paso 2: El Feedback externo

A menudo, los demás pueden identificar habilidades o cualidades que tal vez tú no hayas considerado.

Pide opiniones sobre tus fortalezas en términos de productividad personal, a tu entorno, colegas, amigos o familiares de confianza

Paso 3: Observa y analiza logros pasados

Identifica patrones de tus experiencias pasadas que te sugieran, áreas donde tienes fortalezas particulares en términos de productividad.

¿Cuáles fueron tus éxitos y logros en el pasado en términos de productividad? ¿Qué acciones, habilidades o estrategias te llevaron a alcanzarlos?

Paso 4: Comparación con estándares de personas altamente productivas

Compara tus niveles de productividad con estándares en tu campo profesional, de personas que consideras altamente productivas.

Identificar áreas en las que destacas o superas los estándares comunes, puede darte la pista de una fortaleza en esas áreas específicas.

Paso 5: Herramientas y recursos para ser productivo

¿Qué herramientas, técnicas o recursos utilizas para ser productivo? ¿Hay herramientas que te resulten especialmente útiles? ¿Tienes un sistema de organización que consideras que te funciona bien?

Valora cómo maximizas el uso de tus recursos de gestión del tiempo, aplicaciones de productividad, técnicas de planificación, etc.

Paso 6: Reconocer tus patrones de comportamiento

Observa tus hábitos y rutinas diarias.

¿Qué patrones de comportamiento contribuyen consistentemente a tu productividad? Por ejemplo, horas del día en las que eres más productivo, hábitos de descanso, técnicas de relajación, etc.

Observa tus niveles de estrés y felicidad en el trabajo.

¿Cuentas con herramientas para enfrentarte al fracaso?

Un cuestionario, que te puede ayudar a identificar tus fortalezas

  1. ¿En qué es, en lo que todo el mundo te pide tu ayuda?
  2. ¿Qué es lo que más te gusta hacer en el trabajo?
  3. ¿Qué haces mejor que los demás?
  4. ¿Sabrías describir el trabajo de tus sueños?
  5. ¿Cuáles son tus habilidades, estudios y experiencia profesional?
  6. ¿Cómo definirías tu red de contactos?
  7. ¿Qué es aquello que te apasiona, te encanta hacer y se te da bien? (te recomiendo leer el libro: “El Elemento” de Ken Robinson).
  8. ¿Con qué tipos de perfiles te gusta trabajar en equipo, en qué situaciones y de qué manera?
  9. ¿Qué valor añadido puedes entregar desde tus niveles de conocimiento?
  10. ¿Qué aspectos son los que prefieres y te hacen sentir a gusto?
  11. ¿Te consideras una persona entusiasta, optimista, positiva, agradecida?

Todo lo que he contado, parece muy evidente. Pero lo que es más evidente, es que estamos sometidos a una sobrecarga de trabajo información y tecnología, que nos va generando vicios que no percibimos en nuestras formas de trabajar y gestionar el tiempo.

La falta de tiempo y el estrés, no nos dan permiso a parar y reflexionar sobré lo que nos está pensando.

El análisis DAFO de tu productividad personal, es un ejercicio que deberías hacer con regularidad, solo o con acompañamiento.

Esta es la mejor época para reconciliarte con tu productividad. Y hacerla florecer, apoyados en las conclusiones de nuestro «Análisis DAFO». Si quieres dar ese gran paso, escríbeme y te cuento más sobre esta sesión que he preparado con  mucho mimo y cariño, para ayudarte a mejorar tu productividad.

Y si quieres una sesión de valoración gratuita y conocer mi programa «Lidera tu productividad» pincha el siguiente enlace: SOLICITAR SESIÓN

“Cuando no sabemos a qué puerto nos dirigimos, todos los vientos son desfavorables” Séneca

#siempreconunasonrisa 🙂

Yolanda!