¿Los hábitos del invierno pueden mermar tu productividad en verano?

¿Para que el calor no frene tu productividad en verano, cambias tus rutinas o cambias tú?

¿Se puede sobrellevar un verano cargado de tareas, siendo igual de productivo que el resto del año?

¿Qué rituales en tu organización y planificación te pueden acompañar este verano?

No sé si a ti te pasa, pero en estos meses de calor, según pasan las horas de mi día y cae la tarde, mis niveles de energía descienden también. Llegando a un punto, que soy incapaz de avanzar con mis tareas.

Mi mente se dispersa. El calor, el cansancio, el agotamiento del curso escolar que acaba de finalizar y el chip ya en modo verano, me invitan a las distracciones y a la falta de concentración. Convirtiéndose finalmente en “Los ladrones de mi Tiempo”.

A medida que la temperatura aumenta, dicen las encuestas, que la productividad en el trabajo disminuye un 20%.

Ante una agenda cargada de tareas, alargar mi jornada en invierno, no suele ser un problema dentro de mi sistema de organización y planificación.

Mis niveles de energía pueden con ello y no me resulta complicado, hacerlo compatible con mi vida personal y familiar. Forma parte de esos imprevistos dentro de mi hoja de ruta.

Pero en verano, ocurre lo contrario. Una jornada cargada de excesivas tareas, es sinónimo de caos. Y me cuesta más funcionar con el piloto automático.

A lo largo del invierno adquieres unos hábitos, unas rutinas y realizas unos rituales en tu organización y planificación diaria que te funcionan.

¿Te funcionan estos rituales de la misma manera en verano?

productividad en verano

El calor acompañado de una mochila de cansancio que vas arrastrando producto del invierno, son circunstancias externas e internas que no puedes cambiar, ni pelearte con ellas.

Pero sí buscar y encontrar la manera de que no mermen tu productividad en verano. 😉

¿De qué forma?

  • Mandando de vacaciones a determinados hábitos que sí te funcionan en invierno, pero en verano te restan energía y concentración.
  • Haciendo una reestructuración de algunas de tus rutinas del invierno.
  • Incorporando rituales temporales que te hagan más llevadero trabajar en verano.
  • Planificando tus objetivos  y organizando tus tareas con sensatez, disciplina  y en base a las circunstancias del entorno estival.

Porque la productividad, al final es cuestión ya sea invierno o verano, de hábitos y disciplina. 😉

Y es algo que tú gestionas y adaptas  en base a tu entorno, circunstancias y porqué no, a la climatología.

Tu estilo de vida, sí afecta a tu productividad y en verano aún más 😉

Nuestra productividad es el resultado de la combinación de muchas variables interconectadas  entre sí.

Y como dice Jordi Fortuny en este post en uno de mis blogs de referencia en productividad como es, “El canasto”  «Tu estilo de vida afecta a tu productividad” .

“Una metodología o una herramienta, poco podrán hacer si no prestas atención a cosas muy normales en tu estilo de vida, como son: sentirse bien, el orden, limitar accesos al mundo exterior o las interrupciones”.

Tú eres el dueño de tus resultados. Y la decisión de hacer ese 20% de tareas que producen el 80% de resultados, solo la tienes tú 😉

¿Cómo sería la fotografía de ese 20% que te llevaría al resultado de un verano productivo a pesar del calor y el cansancio?

¿Quieres mantener tu productividad en verano a pesar del calor? #mejoraTuProductividad Clic para tuitear

A estas alturas del año, seguramente que ya tengas planificadas tus vacaciones. Son tu gran meta. 😉

Y para llegar a tu meta hay un recorrido previo, te has marcado cumplir unos objetivos.

Unos objetivos, quizás muy genéricos y poco específicos. Los buenos propósitos pre-vacaciones, que llamo yo.

Objetivos, como terminar con esas listas de tareas pendientes, que llevas posponiendo todo el invierno. Y que te acompañan delante de tu escritorio semana tras semana.

Seamos realistas … 😉

¿De verdad crees que el calor y el cansancio te van a ayudar a cumplir con el propósito de gestionar y poner al día, antes de irte de vacaciones, esas tareas pendientes que llevas arrastrando todo el invierno?

¿Te va la vida en ello, cuando llevas procrastinando tanto tiempo?

¿Crees realmente que esas listas de pendientes, son importantes para avanzar?

Estás cansado, tienes calor y lo único que te apetece es pensar en tus vacaciones, un plan piscina, montaña o de playita.

Ante este escenario … 😉

¿Te quedan fuerzas, motivación y energía para realizar tareas que no te gustan, tareas que llevas todo el invierno posponiendo y que realmente no te has sentado a evaluar si realmente son importantes para tu negocio?

A mí no. 😉

Sinceramente, a estas alturas lo que me apetece es disfrutar del sopor de la hora de la siesta, con el sonido del balanceo de las ramas de los árboles. Y olvidarme un poco, de la melodía de las teclas de mi ordenador.

Por eso estos días previos a mis vacaciones, cambio mis rutinas, mis horarios, las prioridades en mi planificación diaria y semanal. Cambio el ritual de mi día de trabajo. Y lo adapto a mi estilo de vida de los meses de verano.

En esta época el foco de mi atención entre otras cosas, se centra en evaluar mi curso escolar que terminó el 30 de junio, hacer limpieza de mis listas de tareas pendientes, pulir algunos hábitos que pueden mermar mi productividad y preparar mi vuelta de vacaciones.

Tener una hoja de ruta para ese periodo de adaptación después del parón de las vacaciones y en la medida de lo posible que me ayude a evitar la cuesta de septiembre.

Todo ello, sin olvidar que en los meses de verano también tengo mis tareas clave e importantes. Que tengo que seguir trabajando en mi 20 % que produce el 80% de mis resultados.

Y que mi productividad en verano no se puede reducir. Ya que también hay que pagar facturas y seguir viviendo 😉

Para mantener mi productividad en verano parto de una estrategia. 

Una estrategia que me ayuda a manejar el tiempo de manera eficiente y que a la vuelta de mis vacaciones sea otro eslabón  en mi cadena, para mejorar mi productividad 😉

Esta estrategia se centra en micro-hábitos veraniegos, pequeños cambios en mis rutinas del invierno, que sumados con un cambio en los rituales de mi organización y planificación, me ayudan a sobrevivir al calor y cansancio de esta época del año.

RITUALES ESTIVALES, PARA MANTENER MI PRODUCTIVIDAD EN VERANO

productividad en verano

El calor, las vacaciones y las jornadas reducidas de otros profesionales y empresas, pueden llegar a afectar a tu productividad y eficiencia, en estos meses de verano.

Como consecuencia de estos factores, los autónomos …

  • No nos podemos permitir reducir nuestra facturación.
  • No nos podemos permitir la oportunidad de generar nuevos clientes.
  • No podemos perder oportunidades de negocio.
  • Ni dar vacaciones a nuestra creatividad.

Pero sí podemos, incorporar algunos cambios en nuestras rutinas, con pequeñas acciones que nos ayuden a mantener nuestra productividad en verano.

Y estos son algunos de los míos. 😉

MODO HORARIO FLEXIBLE

El calor no hay duda que me descentra del trabajo, posiblemente a ti también. Por lo que busco la comodidad de las horas del día de menor calor y las exprimo.

Mi modo horario flexible, está adaptado a mis circunstancias y entorno, a la vida de una profesional  freelance que trabaja desde casa.

Madrugo más que en invierno. Y me marco horarios intensivos de mañana, que me permitan relajarme unas horas disfrutando al sol por la tarde en la piscina. Tiempo que aprovecho para leer libros, artículos, interactuar en las redes sociales o simplemente para reflexionar o escribir.

La libertad que conlleva tener a los niños de vacaciones, me ayuda a no estar acomodada a un horario convencional de 8 horas de lunes a viernes. Y si decido tener una mañana libre, la cambio por una noche de trabajo.

Siempre valorando que cada tarea y cliente, tiene su momento más adecuado en mi día. Y priorizo en mi planificación diaria, sobre esas horas más adecuadas para cada uno de ellos 😉

Mi jornada intensiva de la mañana está dedicada principalmente, a las horas facturables de mi negocio. A dar soporte administrativo a mis clientes. Reservando pequeños espacios intercalados a tareas no facturables.

Optimizo mi tiempo adelantando trabajo de tareas no facturables de mi negocio, dos y tres horas después de cenar. Suelo hacerlo un par de días a la semana, planificados y marcados en mi calendario.

Eso me permite reducir la carga de tareas de la semana y aprovechar para desconectar en las horas de más calor.

Flexibilidad, pero con disciplina. Trabajando siempre dentro del horario que he marcado en mi calendario 😉

Y dentro de ese horario flexible, reservo momentos cortos de inactividad, que ayudan a mi mente a vagar libremente, algo que me ayuda a estimular mi creatividad.

TRABAJAR EN MODO AVION

Aprovecho la bajada de ritmo de mi entorno profesional, para trabajar durante periodos de tiempo más largos, en modo avión.

Es decir, con todas las formas de comunicación desactivadas y sin las distracciones que me provoca el smartphone 😉

Estoy menos pendiente de llamadas, mensajes de WhatsApp, Twitter y otras muchas aplicaciones.

Lo que me ayuda a avanzar más rápidamente en mis tareas clave e importantes que requieren de mayor concentración 😉

Por supuesto, teniendo en cuenta cuál es el mejor momento de mi día para estar en modo avión. Que son esas primeras horas de la mañana, que gano al madrugar más que en invierno.

Uno de los vicios más arraigados de los profesionales freelance que trabajamos desde casa y dentro de un entorno online, es la imposibilidad de desconectar.

Vamos deteriorando según avanza el invierno, nuestro horario de trabajo, llegando incluso a épocas que no nos importa que sea fin de semana o festivo.

Trabajamos a cualquier hora y siempre localizados. Siendo nosotros los primeros que dejamos de respetar nuestros horarios.

Al trabajar estos meses de verano, más tiempo en modo avión, no solo obtengo los beneficios de la concentración que me reporta el ser menos social, limitando el tiempo que dedico a internet, redes sociales  y reuniones.

También es una forma de pulir el hábito de estar conectada 😉

Y de cara a mejorar mi productividad, en la gestión de estas tareas sociales para el curso 2016-2017, me sirve para evaluar mis tiempos y modos de conexión más efectivos.

MODO MICRO TAREAS

Divido tareas en micro tareas.

El calor disminuye mi capacidad de concentración.

Si en invierno soy capaz de programar un bloque de trabajo de 3 horas realizando la misma tarea. En verano me cuesta un horror mantenerlo.

Por eso, prefiero fragmentar una tarea de tres horas en micro tareas de una hora y recuperar mis niveles de energía, incorporando más periodos cortos de descanso entre bloques de trabajo, también más cortos.

Lo que me permite también, retomar el hilo de la tarea más rápidamente 😉

Aquí juega un papel importante, la elección de la tarea y saber priorizar sobre las micro tareas. Ya que al dividir, la lista crece.

Lo que te puede llevar a engaños y a tener la sensación de mil cosas por hacer y no tengo tiempo para nada. Debes ser  muy disciplinado en tu planificación y organización.

MODO INFORMALIDAD Y LIGEREZA

La disciplina es fundamental para ser productivo. Pero también es bueno un punto de espontaneidad y dejar de lado tanta rigidez. 😉

En verano, rompo con las restricciones que me impongo con las rutinas y los rituales del invierno. Adecuo mi forma de trabajar a esta época del año.

Cambio a una vestimenta más informal.

A pesar de trabajar en casa, me gusta sentirme bien conmigo misma, cuidar y mimar mi aspecto y aseo diario 😉

En invierno lo llevo muy a rajatabla, siempre arreglada como si saliera fuera a trabajar. Es algo, que me hace sentir bien.

Pero en verano me doy también un respiro y apuesto por la informalidad de trabajar desde casa 😉

También cambio mi espacio de trabajo, aprovecho la terraza y espacios al aire libre, siempre que puedo.

Y si necesito desconectar, por falta de concentración, me voy a dar un baño a la piscina o salgo a la calle a tomar un café helado o simplemente el sol.

Otro cambio importante dentro de mi informalidad y ligereza de este periodo estival, es el de los aromas que acompañan a mi entorno de trabajo.

¿Has pensado alguna vez en el aroma como una herramienta para aumentar tu productividad?

El sentido del olfato está muy relacionado con las emociones y los sentimientos. Es importante cuidar el aroma que se respira en tu entorno de trabajo.

Los aromas influyen en tu comportamiento, mejoran el rendimiento y la productividad laboral.

Al igual que las tiendas utilizan el «Marketing olfativo» para crear una relación emocional con su clientela. Trabajes en una oficina o desde casa, puedes hacer lo mismo y buscar el aroma que incentiva tu productividad.

En invierno mis aromas son la canela y la vainilla 😉

Aromas que en el caso de la canela, sus propiedades estimulantes me ayudan a mejorar la concentración y el enfoque, a combatir la fatiga mental y a mantener el equilibrio.

Y la dulzura, suavidad y calidez de la vainilla me aporta calor. Me transmite seguridad y confianza.

En verano mis aromas son el jazmín y la menta 😉

El jazmín me ayuda a calmar los nervios. Me produce sensación de confianza, optimismo y energía renovada.

La menta, me ayuda a refrescar mi ambiente de trabajo en esos días más calurosos. Incentiva mi creatividad y refuerza mi energía.

El aroma es una herramienta más en productividad que ayuda a mejorar tu rendimiento Clic para tuitear

Dentro de esa informalidad, ligereza y frescura que acompañan a mi productividad en verano, intento convertir mi trabajo en algo más personal.

Trabajando más en profundidad en partes de mí proyecto que me apasionan y me motivan. Me centro en las estrategias más importantes de mi negocio y preparo el próximo curso.

Dicen que si no desconectamos, enfermamos. Y es cierto 😉

Pero no se puede desconectar como si del interruptor de una lámpara se tratara. Es prioritario hacerlo de manera gradual.

Y entrenarse en el “no hacer nada”, te recomiendo la lectura de este post de Marta Romo “Estas vacaciones permítete no hacer nada” para que cuando lleguen las vacaciones seas capaz de abstraerte por unos días de tus obligaciones profesionales.

Yo lo voy a intentar 😉

Mi primer paso, en mi entrenamiento de “no hacer nada” es empezar con vacaciones en el blog. 😉

Lo que significa, estar unas semanas sin publicar, hasta mi regreso a finales de agosto.

Aunque aún me queda un tiempo para esa desconexión por vacaciones en agosto, estos días estaré trabajando entre bastidores.

Toca evaluar el curso 2.015-2016. Definir objetivos a medio y largo plazo para el 2.016-2.017. Perfilar ideas para el otoño-invierno y preparar contenidos y cosas que te quiero presentar 😉

Estoy en una época de picos altos de trabajo y sinceramente, mi cabeza ha llegado a un punto que no da para mucho más.

Necesito desconexión y momentos de tumbona con lecturas refrescantes. Y es una decisión que he tomado con determinación. 😉

Hace unos días leía este artículo “Mamá, a ti te gusta estar de vacaciones”

Y me quedé con este bonito párrafo sobre aquéllos veranos.

“Jornadas para bajar el ritmo, para dejar de ir corriendo a todas partes, estrechar lazos y transmitir valores. Para cambiar de entornos, conocer nuevas costumbres, practicar idiomas y soñar sin prisas. Días de aprendizajes mutuos, de achuchones y abrazos, de besos con sabor a fresa. Momentos de añorar al abuelo, de lamentar su pérdida, de desear que estuviese, de recordar lo que compartíamos.

Veranos para sentirse querido, para programar nuevos retos, para palpar lo que sentimos y notarse especial. Momentos para diseñar nuevos caminos”

Aquí lo dejo, no es un adiós, sino un hasta muy pronto.

Me quedo trabajando entre bastidores, diseñando mis nuevos caminos y programando mis nuevos retos 😉

¿Qué vas hacer tú este verano? ¿Cómo va a ser tu entrenamiento a “no hacer nada”?

Te toca … 😉

Te espero en los comentarios y aunque menos activa, nos seguiremos viendo por las redes.

“Verano, días largos y noches cortas. Tiempo para lecturas pendientes. El momento perfecto para diseñar nuevos caminos, con la mente organizada y lejos del agobio de la desorganización. Disfruta de sus aromas, de sus luces y del brillo de esa estrella anaranjada que siempre te acompaña desde el horizonte”.

Te deseo un feliz verano 😉

Un fuerte abrazo. Siempre #conunasonrisa

Yolanda 🙂