¿Cómo es la cuesta de Septiembre de un profesional freelance?

¿Sufres el síndrome post vacacional?

¿Cómo organizarte y optimizar tu tiempo los primeros días después de vacaciones?

¿Necesitas de un período de adaptación al volver de vacaciones?

Ha llegado Septiembre. Toca decir adiós a las vacaciones, preparar la vuelta al cole y volver a las rutinas.

Little hands drawing between school supplies and apples

Septiembre acompañado de Enero son los meses más populares para renovar objetivos y empezar un nuevo viaje, con destino a conseguir tus nuevas metas.

Enero es una prolongación del invierno. Va acompañado de la resaca de las navidades y la ilusión del nuevo año. Además de ser el mes de las rebajas.

En Septiembre todo es diferente. Pasas de un periodo estival a dar la bienvenida al otoño. Los días se van haciendo más cortos y con menos predisposición a disfrutar del tiempo libre.

Para mí en Septiembre, no sé si es tu caso también, empieza un nuevo curso escolar y profesional. Con el correspondiente incremento de gastos que supone tan importante hazaña.

Además toca renovar el armario para la siguiente temporada.

Llevo ya varios años estrenando agenda en Septiembre y utilizando el formato escolar. Hoy empiezo muy ilusionada la de este nuevo curso. 😉

Y la razón no es otra, que un día tomé la decisión de empezar mi año profesional, con el inicio del curso escolar.

Gestionando mi plan de ruta de Septiembre a Agosto

Mi plan de ruta no es otro que dibujar mi mapa con las metas que me he fijado a largo plazo para el final de curso. Y los objetivos a medio y corto plazo para llegar a Junio con esas metas alcanzadas.

Diseñando un plan de trabajo en mi organización y planificación, con el objetivo de aprobar el curso a finales de Junio y no dejar tareas pendientes para Septiembre.

Es una buena manera, cuando tienes varios frentes abiertos como el de ser madre emprendedora, con un negocio unipersonal y trabajando desde casa. De alinear el desarrollo de mi actividad profesional con el curso y las actividades escolares de mis hijos.

Tener un plan con nuevas metas definidas te motiva a superar la cuesta de Septiembre con optimismo, después de las vacaciones de verano. 😉

Tras el periodo de reflexión del verano en Septiembre empieza tu año profesional con metas renovadas Clic para tuitear

No hay nada mejor que estar de vacaciones para liberarse del estrés, divertirse con la familia, los amigos y dedicar tu tiempo al ocio. 😉

Además de aprovechar las vacaciones para trabajar con más intensidad algunos hábitos olvidados durante el invierno.

Ya te hablé de este tema en el post: “EL VERANO,TRES HÁBITOS PRODUCTIVOS Y SEIS LIBROS” 

El verano y las vacaciones son un buen momento en el calendario para reflexionar y hacer balance de cómo fue el curso, analizar tu productividad, ver en qué has gastado el tiempo en los últimos meses y trabajar los hábitos descuidados por las rutinas.

Aplicar la fórmula de las 3 D’s: Disfrutar, descansar y desconectar en vacaciones. Es la mejor receta para iniciar el nuevo curso y superar la cuesta de Septiembre con las pilas cargadas 😉

¿Por qué sufrimos entonces el síndrome post vacacional y la cuesta de Septiembre?

¿A qué se debe tanta negatividad por volver a la rutina?

Siempre he pensado que es consecuencia de un mal hábito, la procrastinación.

Y de una mala organización en la planificación del tiempo y organización de tareas.

Algunos profesionales se quejan de que, desde mediados de Junio a mediados de Septiembre todo se paraliza.

También hay negocios que se reactivan. 😉

Dicen que se deja todo para Septiembre. Y no les falta razón. Es un hábito muy arraigado en el mundo comercial de los negocios.

¿Cómo salir airoso del parón estival y superar la cuesta de Septiembre?

Cuesta de Septiembre

 

La clave no está en lo que hagan los demás.

Sino en el enfoque que das a tu negocio.

En planificar el calendario de tu año laboral, como mejor se adapte a tus circunstancias y las de tu entorno personal y profesional.

Recuerda que el dueño de tu tiempo y de tu agenda eres tú 😉

Pienso y defiendo que cualquier profesional freelance necesita de un tiempo para reflexionar, trabajar entre bastidores, a otro ritmo y por supuesto parar varias veces al año y desconectar de la rutina.

Por eso me gusta tanto la agenda del curso escolar. Vienen muy marcados esos momentos y es cuestión de tener imaginación, herramientas y recursos para aprovecharlos y optimizarlos.

La frase típica de “Lo vemos después del verano”, para unos puede ser demasiado tiempo para aplazar un proyecto viable o una futura relación profesional.

Y para otros, un paréntesis necesario para la reflexión y reorganización de cara a poder afrontar los nuevos retos y propósitos con el comienzo del curso escolar y en casos como el mío también profesional.

Me siento identificada con el segundo grupo ¿Y tú? 😉

Para mí la principal ventaja de comenzar mi nuevo curso profesional en Septiembre, es que planifico mis objetivos y metas para terminarlos y verlos cumplidos en junio.

Aprovecho los meses de verano, además de seguir con la atención de mis clientes y mis compromisos profesionales importantes, para trabajar a otro ritmo entre bastidores, cambiar mis rutinas, horarios y hábitos.

Eso me da margen para centrar más mi atención en áreas de mi negocio algo olvidadas durante el resto del año y preparar mis iniciativas para la nueva etapa.

Julio y la parte activa de Agosto son los meses que aprovecho para cerrar tareas, proyectos y planificar mi nuevo curso profesional. Salvo excepciones no me embarco en nuevas aventuras.

La consecuencia es poder irme de vacaciones tranquila, con los deberes terminados y el curso aprobado. Sin dejar nada pendiente para Septiembre 😉

Hice de mi profesión una forma de vida y este del periodo estival que te he contado es uno de mis hábitos más arraigados.

Pero como a cualquiera también algo me afecta la cuesta de Septiembre.

No sufro el “Síndrome post vacacional”, porque me encanta mi profesión y forma de vida. Poco me oirás quejarme por mi trabajo. Aunque como todos, también vivo días malos.

¿Síndrome post vacacional o cuesta de Septiembre?

Como profesional freelance, para mí no tiene cabida el síndrome post vacacional. Prefiero hablar de la cuesta de Septiembre me identifico más con ese calificativo a las vivencias y emociones de estos primeros días.

Es todo un reto post vacacional el ascenso de la cuesta de Septiembre y el volver a retomar la actividad de manera habitual.

¿A quién no le apetece alargar un poco más el descanso, la diversión y la desconexión?

Cuesta reactivarse y volver a la disciplina que conlleva cualquier actividad profesional. Y si es la de un freelance que trabaja desde casa por partida doble.

La cuesta de Septiembre es un proceso que debes de afrontar para adaptarte tras el inciso de las vacaciones a la vida laboral o más bien, a tus rutinas profesionales convertidas en hábitos productivos.

La cuesta de Septiembre es un periodo de adaptación a tu actividad rutinaria Clic para tuitear

¿Se puede prevenir y evitar la cuesta de Septiembre y el síndrome post vacacional cuando eres freelance?

Sea cual sea tu actividad. Después de un largo periodo de inactividad tu rendimiento de los primeros días de actividad es inferior al ritmo habitual del resto del año.

Y eso afecta a tu motivación e interés por lo que haces. Es lógico que se te haga cuesta arriba retomar tu actividad.

No rindes todo lo que te gustaría, te sientes torpe y con menos capacidad

De ahí que mi definición de la cuesta de Septiembre sea algo más que un tema monetario relacionado con los gastos que conlleva la vuelta al cole. 

La cuesta de Septiembre es el periodo que necesitas para volver a tus rutinas y que se te hace cuesta arriba como consecuencia de haberte acostumbrado a la inactividad vacacional.

Son 2,3 días e incluso una semana lo que necesitarás para superar con éxito tu cuesta. Todo un reto post vacacional.

Vienes con las pilas cargadas, ármate de mucho optimismo y positividad que es cuestión de aplicar una serie de pautas a trabajar 😉

Para empezar te recomiendo antes, durante y después de las vacaciones trabajar tres hábitos esenciales y no dejarlos. Te hablo del descanso, la alimentación y el ejercicio. Además de seguir una serie de consejos que te voy a recomendar.

¿Cómo volver a la rutina de una forma gradual y progresiva?

  • No te incorpores un lunes. Evitarás una semana larga. Empieza si puedes un miércoles.
  • Intenta incorporarte antes que tus clientes. Y no me refiero en el tiempo sino psicológicamente. Lo que significa aprovechar tus primeros días a organizar tu negocio y a organizarte tú. De esta manera mentalmente te anticipas y te preparas para abrirles las puertas  a lo grande como se merecen. Y con la predisposición y tiempo para atender todo lo importante y evitar que se convierta en urgente.
  • Tus primeros días gestiona tareas sencillas que te gusten y te motiven. Evita los asuntos pendientes.
  • Olvida estos días de adaptación lo urgente e importante hasta que estés adaptado y trabajando a tu ritmo habitual.
  • Prioriza en ti. Lo que significa empezar con calma y sin pretender estar al 100%.
  • Olvida las reuniones y proyectos importantes hasta que haya finalizado tu adaptación.
  • No quieras hacerlo todo a la vez. Trabaja con tiempos muy marcados y por bloques de tareas muy definidos.
  • Tu cuerpo y mente necesita acostumbrarse a la vuelta a la rutina. Haz recreos, para y descansa.
  • Aprovecha para sumar a tus rutinas los nuevos hábitos incorporados en el verano.

¿Por qué tareas comenzar a ponerte al día?

El mayor ladrón de tu tiempo es el correo electrónico. Y si además eres de los que como yo te encuentras a tu regreso de vacaciones con decenas de correos en tu bandeja de entrada por responder. Este es tu primer fuego a apagar.

  • Dedica el primer día de adaptación exclusivamente a esta tarea.
  • Agrupa tus correos por asuntos.
  • Empieza a gestionar por lo más reciente hasta terminar con lo más antiguo.
  • De esta manera estarás priorizando el orden de tus respuestas y emails.

Con tu correo electrónico gestionado pasa a confeccionar una lista exclusiva de tareas a realizar estos días de adaptación.

Pueden ser tareas sencillas como organizar tus archivos, ordenar tu escritorio, realizar pequeños cambios en tu entorno de trabajo o poner en orden tus documentos.

Actualiza tu lista de tareas acumuladas según vayas realizando las pendientes.

Ponte alguna pequeña meta para estos días que sea alcanzable. Te servirá de motivación. Divídela en pequeños objetivos, estos en tareas y pásalas a tu lista exclusiva de tareas de adaptación 😉

Trabaja tu agenda y calendario de actividades. Partes en blanco.

Si te fuiste de vacaciones con los deberes terminados, no deberían existir tareas urgentes

Planifica enfocándote en lo importante y prioriza.

Estos días de la cuesta de Septiembre como parte de tu adaptación las tareas grandes divídelas en tareas más pequeñas. Cuantas más subtareas mucho mejor.

Eso te mantendrá más concentrado y te sentirás menos agobiado 😉

Con tu bandeja de correo al día, la lista completada de tareas exclusivas para tu adaptación y planificadas tu agenda y calendario. Poco a poco habrás vuelto a tomar contacto con tu día a día, retomado tus rutinas y recuperado el hábito al trabajo.

Estarás preparado para centrar todo tu foco en lo verdaderamente importante. La actividad principal de tu negocio. 😉

Todo lo planteado está basado en lo que a mí me funciona.

Reincorporarse a las rutinas diarias y recuperar tu actividad y hábitos de trabajo requiere de un proceso.

Aunque vengas con las pilas cargadas de vacaciones, no apetece volver a la normalidad. El cambio de horarios te produce cansancio y no vas al ritmo de siempre. Eso puede general mal humor, negatividad y en casos depresión.

Hay muchas opiniones y puntos de vista en la red sobre el “Síndrome post vacacional” y quiero compartir contigo la visión de otra secretaria, mi amiga Erika Martin con este post tan especial que nos regaló el pasado sábado en su blog Anécdotas de Secretarias. “El síndrome post vacacional” 

Hay muchas formas de afrontar la vuelta al cole. Clara y sencilla la de este post en el blog Acción con Alegría de otra de mis amigas Ana Bizarro “Septiembre 2015: Una vuelta al cole organizada por Laura Echevarrieta”

Y tú …

¿Has conseguido sobrevivir a la vuelta al trabajo?

¿Cómo ha sido la cuesta de Septiembre en tu caso?

Como siempre te digo estás invitado a pasarte por el blog y dejar tu comentario. Te espero.

Siempre es de agradecer ese granito de arena 😉

Ánimo si aún estás con la pesadilla del síndrome post vacacional o subiendo la cuesta de Septiembre. Te deseo que pase pronto. Mientras tanto nos vemos por la red.

Un fuerte abrazo,

Siempre #conunasonrisa

Yolanda 🙂