¿Tienes claro el por qué de lo que haces?

¿Sabes dónde empieza un propósito?

¿Qué camino tienes que recorrer para cumplir un propósito?

¿Tus propósitos son firmes actualmente?

Listas de deseos, listas de propósitos, listas de objetivos y por el camino una meta que alcanzar.

Así empieza siempre el recorrido por el libro en blanco de cada año nuevo, de cada regreso de vacaciones o cuando cumplimos un año más. 😉

Maquillamos con palabras “productivas” nuestros sueños, ilusiones y  pensamientos que, el optimismo y positividad, de cualquier buen comienzo, nos convencen de que lo vamos a cumplir.

Pero tanto optimismo y positividad, si no va acompañado de reflexión, nos suele empujar a caminar por ese año o etapa nueva, sin un mapa o una hoja de ruta. Sin una estrategia y una planificación. 

Y conforme vamos caminando en nuestros primeros días a ciegas, empezamos a encontrarnos con la pereza, la falta de tiempo, la rutina, la procrastinación y la indisciplina.

Nuestra voluntad empieza a decrecer y se debilita nuestro compromiso. Poco a poco vamos perdiendo el interés por esa ilusión o deseo.

Lo que hace unos días era una inyección de motivación, hoy nuestra falta de organización y planificación, ha convertido en una obligación sin rumbo fijo. Y finalmente, caemos en la zona de confort del abandono de nuestro sueño.

¿Querías y deseabas realmente cumplir ese sueño, que convertiste en propósitos de tu año nuevo?

Si la respuesta en un “SI”, acompáñame a conocer qué se esconde detrás de un propósito 😉

PROPOSITOS 1

QUÉ SE ESCONDE DETRÁS DE UN PROPÓSITO

No existe mayor libertad que el poder decidir qué quieres hacer con tu vida, para cumplir tus deseos del corazón. Eso que algunos denominan nuestra misión o propósito vital.

El propósito vital es para las personas que vivimos muy ligados a la planificación, estrategia  y organización, la cima desde la que dibujamos, un plan de acción con unas estrategias anuales, mensuales, semanales y diarias.

Y parte de dos preguntas muy sencillas ¿a dónde quiero llegar? y ¿por qué quiero llegar? 😉

Este comienzo de año, casualmente me encontré con un post, que me empujó a una reflexión, sobre si verdaderamente sabemos definir lo que es un propósito. Y sobre si debemos arrancar o no una nueva etapa con propósitos.

Y con las respuestas de mi reflexión, decidí escribir sobre el sentido que para mi tienen los propósitos. 😉

¿Sabemos definir lo que es un propósito?

El post que me invitó a mi reflexión. Era uno de tantos que se escriben al empezar el año,  sobre propósitos de año nuevo. Pero escrito en un tono muy diferente a lo habitual, en esta temática tan arraigada, al comienzo de un año o periodo nuevo.

Mi primera sensación fue que estaba escrito desde la rebeldía, la indisciplina y la desorganización.

Me transmitió negatividad, porque no podía entender desde mi cima del optimismo y positividad, que esa persona partiera del concepto de propósito como obligación. Y no lo viera como una motivación.

Cada uno de nosotros somos distinto al otro. Eso está claro. Es lo que nos hace ser únicos y lo que marca la diferencia.

Esa diferencia. Del para que me voy a molestar en planearlo, desearlo y escribirlo. Si no lo voy a cumplir.

Esa diferencia. Del que no lo hago, porque así no tengo que dar explicaciones a los demás.

No podía comprender mi estructurada cabeza, que a la persona que escribió ese post. No le interesara ver  el reflejo de sus intereses, deseos, ilusiones y sueños, en un plan escrito con una hoja de ruta definida y una estrategia bien marcada.

No deberíamos empezar a caminar sin un destino definido 😉

Podríamos perdernos por un bosque repleto de incertidumbres, sin saber a dónde ir.

Ni partir con el abandono a la primera de cambio, como compañero de viaje 😉

No se es más valiente, por ir picoteando de propósito en propósito incumplido, por falta de voluntad, compromiso y disciplina.

En ese bosque por el que caminamos repleto de incertidumbres, puede haber una piscina, podemos tirarnos, pero siempre con un riesgo calculado.

Los propósitos no son obligaciones. Son deseos que con voluntad y compromiso convertimos en acciones Clic para tuitear

Un propósito es más que un listado de cosas que quieres obligarte a realizar. Parte siempre del corazón. Alineado con nuestra mente, es la forma de interpretar nuestras ilusiones, sueños y deseos.

Un propósito es lo que te impulsa. Lo que te indica la dirección que tienes que seguir, pero a la vez es la gasolina que necesitas para llegar.

Un propósito es lo que hace que tenga importancia trabajar por algo. Y va más allá de mantener un cliente, tu puesto de trabajo, pagar tus facturas o seguir viviendo.

Tu propósito te va a ayudar a distinguir entre actividad y acción. Entre movimiento y progreso. Es lo que te da la determinación, para ir más allá de tu zona de confort 😉

Es lo que te ayuda a mantenerte en pie ante los malos momentos y te ayuda a levantarte cuándo te caes.

Cualquier historia, parte de un propósito y tiene un porqué. La diferencia está en nuestra actitud. En saber determinar dónde empieza y qué se esconde detrás de ese propósito.

PROPOSITOS

¿Dónde y cómo empieza un propósito?

Los propósitos empiezan en tu mente, desde lo más alto de tus sueños. Parten de un deseo o una idea. Que moldeas en diferentes piezas de distintos tamaños, con el nombre de objetivos.

Para que esos propósitos sean firmes, vas  a tener que dedicar tiempo a pensar y reflexionar. Porque si no lo piensas, nunca sucederá. Detrás de un pensamiento, puede estar una realidad.

Vas a necesitar dedicar tiempo a planificar y crear tu oportunidad.

Vas a necesitar dedicar tiempo a hacer. A materializar tu pensamiento en hechos.

¿Qué camino tienes que recorrer para cumplir un propósito?

Si algo he aprendido desde que escribo en este blog, es que la escritura, es la forma que tenemos de expresar con claridad pensamientos,  que de otra manera no tendríamos en cuenta.

Para escribir indagamos en nuestra mente y expresamos con palabras cargadas de intensidad y emoción ideas, deseos e ilusiones 😉

Estoy de acuerdo, que al escribir en una lista nuestros propósitos, nos comprometemos con nuestros sueños e ilusiones.

Pero si realmente te importa tu tiempo, la mejor forma de empezar a recorrer el camino de un propósito es reflejarlo por escrito. Y acompañarlo de un plan 😉

Escribe sobre lo que quieres conseguir.

Inicialmente los propósitos de tu lista, estarán vacíos de contenido. Y deberás llenarlos de objetivos que sean concretos, realistas, con un tiempo definido y con un resultado medible.

Objetivos bien formados.

Si no marcas objetivos globales, te perderías en el camino o no sabrías por dónde empezar. Marca para cada uno de esos objetivos, una meta.

Y define objetivos para cada área de tu vida personal, profesional y social.

Para formar cada uno de tus objetivos,

  • Define tu objetivo en positivo.
  • Que dependa de ti y no de los demás.
  • Que sea motivador y cumpla una intención positiva.
  • Que no te quite nada de lo bueno de tu situación actual.
  • Y escribe sobre lo que te aportaría a ti  y a los que te rodean el llegar a conseguirlo.
Con objetivos claros y definidos. Conseguir resultados positivos está a la vuelta de la esquina Clic para tuitear

Desde el momento que tomas la decisión de llevar a cabo un sueño, tienes que pasar de inmediato a la acción. Y eso se hace planificando los objetivos que dan forma a ese sueño a largo, medio y corto plazo.

Parte de una planificación general hasta llegar a una específica. Por ejemplo tus planes para este próximo año, divídelos mes a mes, semana a semana y día a día. Diseña tu propio sistema de organización.

Puedes partir de un foco anual, que sería tu objetivo principal. Por ejemplo una parte de tu vida que quieres mejorar (tu forma física, tu área profesional, tu relación de pareja …) y sobre ese foco, irás marcando objetivos variados,  de cara a que tus esfuerzos se concentren en esa parte.

De ese foco anual, partirán los focos mensuales, que serían tus objetivos secundarios. Que son los que van a crear tus hábitos para conseguir mejorar esa parte de tu vida. Cada mes, puedes poner el foco en un aspecto que irás trabajando y que a base de la repetición diaria convertirás en hábito.

Yo suelo tener tres focos, uno personal otro profesional y otro relacionado con mi vida social y tiempo libre.

Con tus objetivos definidos y los planes para cumplirlos tu propósito empieza a tener forma y sentido 😉

Sabes por qué lo quieres, has analizado la situación, has puesto fecha a tus metas y visualizado el resultado. Para conseguirlo, toca ser honesto contigo mismo, definir tus prioridades  y enfocarte en lo importante.

Sé firme con tu decisión y con el compromiso que has adquirido contigo mismo. Nunca pierdas de vista tu porqué 😉

Hasta lograr tu propósito deberás perseverar. No pierdas de vista tu mayor recurso para conseguirlo. La disciplina.

Que no es otra cosa que tu capacidad de pasar a la acción aunque haya poca motivación 😉

Y como si fuera un músculo, la disciplina conlleva de entrenamiento. A  base de practicar irás adquiriendo pequeños hábitos, que te serán de ayuda para mantener la inercia que requiere tu acción.

Una vez que pases a la acción, no pierdas tu inercia, te costaría recuperarla. La inercia es el acelerador que da velocidad a tu acción.

Cuanto mayor sea tu disciplina, menos esfuerzo te costará conseguir tu propósito. Siempre que no olvides alimentarlo de ilusión.

Cuanta más motivación tengas, más ganas tendrás de hacerlo.

La motivación va a ser el motor del hilo conductor a conseguir tu propósito 😉

Además de la disciplina y la motivación, hay otro ingrediente para cumplir tu propósito. La Autoconfianza o confianza en ti mismo.

Si no tienes confianza en ti mismo, difícilmente cumplirás tus propósitos 😉

Pero la confianza tiene saboteadores. Y esos saboteadores residen en tu mente y te llevan a justificarte a través de las excusas.

Son barreras emocionales que cuesta eliminar, cuando se trata de alcanzar un propósito, cumplir un objetivo o llegar a tu meta.

Barreras internas  en forma de miedos que te bloquean, frenan y obstaculizan tu libertad.

Barreras internas provocadas por las situaciones de estrés del día a día. Un estrés que se alimenta de los ladrones del tiempo, la pereza y negatividad.

Saboteadores que se esconden dentro de tu mente, susurrándote constantemente sus frases favoritas: “para que lo voy a hacer, si no lo voy a conseguir”, “es muy difícil, no me atrevo”.

¿Se puede vencer a los saboteadores internos de tu confianza?

Ejercicios como el yoga o la meditación son una gran ayuda. Siempre que partas de un cambio de actitud, sin presiones. Motivándote sin temores, con afirmaciones siempre positivas.

Aprende a escucharte y prioriza sobre los pensamientos positivos que tienes, sobre ti mismo. No te justifiques, comprométete y trabaja en fortalecer tu fuerza de voluntad.

Tu primer gran paso para llegar a la meta es comprometerte. El segundo trabajar con perseverancia Clic para tuitear

PROPOSITOS 3

CONCLUSIONES PARA LLEGAR A SER UNA DE ESAS PERSONAS QUE CONSIGUE SUS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO.

  • Dedícate tiempo a pensar y reflexionar sobre el porqué de tu propósito.
  • Divide tu propósito en pequeños objetivos con metas alcanzables.
  • Dedica tiempo a planificar las acciones que te llevarán a cumplir los objetivos que necesita tu propósito.
  • Comprométete con tu propósito por escrito. Definiendo tu plan y estrategia para cumplirlo.
  • Los tengo que, no sirven. Porque tu actitud es, voy a.
  • Define tus prioridades y enfócate en lo importante.
  • Nunca pierdas de vista tu porqué.
  • Persevera con disciplina.
  • Una vez que pases a la acción, no pierdas tu inercia.
  • Mantén tu fortaleza, confianza y optimismo diciendo no a los saboteadores de tus propósitos y confianza.

LIBROS RECOMENDADOS como herramientas que te pueden ayudar a conseguir tus propósitos de año nuevo y alcanzar tus objetivos.

– Tu Propósito de Vida de Laín García Calvo ECHALE UN VISTAZO 

– Los 10 pasos hacia tu cima personal de Javier Irondo ECHALE UN VISTAZO

Con el año nuevo los propósitos más habituales, de los trabajadores del conocimiento suelen ser, voy a ser más organizado, voy a aprovechar mejor mi tiempo o voy a trabajar menos horas.

Propósitos siempre enfocados a mejorar la productividad.

La productividad es algo inherente a la personalidad. Y cuanto más entiendas la tuya, menos te costará implementar hábitos y crear tus propias estrategias 😉

A través de este blog yo te seguiré compartiendo mis estrategias y recursos. Y si quieres seguirme más de cerca, te invito a suscribirte y formar parte de la comunidad de La Secretaria Externa. Tienes un regalo esperándote. “La guía de optimización del tiempo”.

Estos son algunas de mis estrategias y recursos compartidos ya en el blog:

– MANIFIESTO DE LA SIMPLICIDAD PARA UNA VIDA MAS PRODUCTIVA

-PATRÓN DE UN DÍA PRODUCTIVO EN UN AÑO DE BLOG

– UN PLAN DE ACCIÓN BÁSICO Y FLEXIBLE PARA MEJORAR TU PRODUCTIVIDAD

– MEJORA TU PRODUCTIVIDAD. “NO SABÍA CÓMO SER MÁS PRODUCTIVA Y APRENDÍ”

– MINI-GUÍA PARA LIBERAR A TU PRODUCTIVIDAD DE LA MULTITAREA.

– CÓMO GANAR LA PARTIDA A LOS LADRONES DEL TIEMPO PARA SER MÁS PRODUCTIVO

– ¿CÓMO PRIORIZAR SOBRE TUS TAREAS IMPORTANTES?

«A menos que se haga un compromiso, solo hay promesas y esperanzas; pero no hay planes» Peter Drucker

«La productividad nunca es un accidente. Siempre es el resultado de un compromiso con la excelencia, planificación inteligente y esfuerzo concentrado» Paul J. Meyer

Y ahora te toca a ti … 😉

¿Tienes fuerza de voluntad para llevar a cabo tus propósitos?

¿Serás capaz de mantenerte en tu decisión?

¿Crees en ti mismo y realmente quieres cumplir tu propósito vital?

Te espero en los comentarios.

Un fuerte abrazo, siempre #conunasonrisa

Yolanda 🙂